Yo también tuve que vivir la guerra, así como miles de colombianos, de hecho, hablo de millones de ellos que han tenido que soportar lo que las FARC denominan "la revolución".
Hace algunos años, no muchos, decidió mi familia visitar a unos amigos muy allegados en el municipio de Tame, Arauca, en época donde los paramilitares destrozaban poblaciones como Arauquita, Arauca, y Tame, sin embargo, mi familia tomo la decisión de ir a visitar a nuestros amigos en esta población, no se imaginan la belleza que tiene el llano, es una de las cosas mas bellas que he podido concebir en mi vida, un amanecer en el llano es un esplendido juego de luces casi boreales con auroras tan bellas y de tan intensos colores que pareciera que nada podría opacarlos, pero saben, amigos lectores, si hubo algo que lo opaco. En la carretera de llegada hacia Tame, una destapada de mas de dos horas, y que termina con un puente al bus en el que iba mi mama, mis abuelos y yo nos detuvieron aproximadamente 3 muchachos, jóvenes, de no mas de 16 años de edad, que nos pararon y abrieron la bodega de la flota en donde estaban todas mis pertenencias y la de mi familia, mi maleta, era la primera que se veía en el compartimiento, según me lo explico mi mama tiempo después. Era increíble escuchar a los pasajeros que decían que era un reten de la guerrilla, que eran los "paracos" que nos habían cogido y que quién sabe que nos iría a pasar, todos, estábamos asustados, era tanto el temor, que mi mamá, que iba a mi lado, me ordeno recostarme en el piso del bus, es decir, esconderme debajo de la silla, escondido con una cobija, el peligro era que en esa época, se llevaban a los menores de edad para militar en los grupos subversivos, temblé y estuve a punto de llorar, algo que no hago casi nunca, era el miedo mas increíble, no hacia mas que rezarle a Dios, pidiéndole que por favor esos señores no subieran al bus, porque posiblemente me llevarían a la selva, en mi mente trascurrían memorias de toda mi vida y de lo que me hubiese esperado siendo guerrillero, intentaba producir ideas para salvarme de ese futuro abismal, recuerdo que había confabulado una idea casi utópica hablándole a los para para que no me llevaran, fueron cinco minutos de llanto, terror, fueron cinco minutos donde la mirada de mi mama y la de mis abuelos me decía sólo una cosa, "estamos en peligro". A pesar que estaba escondido, escuchaba todo lo que decían estos hombre, pues el silencio se había tomado ese instante, nadie pronunciaba una sola palabra al respecto, todos estábamos como si un monstruo hubiese paralizado cada milímetro de nuestros cuerpos, silenciado nuestras voces y deteniendo el tiempo, fueron minutos que se convirtieron en siglos, tal vez ese sea el poder de las guerrillas colombianas, detener el tiempo alargando el terror. Al lado de mi mama había un comerciante del Arauca, un hombre que poco recuerdo pero que tengo en la mente el profundo miedo que sentía, al oír su nombre en las voces de estos muchachos, lo llamaron, y todos pensamos que lo iban a matar, secuestrar o algo así, pero los "paracos" sólo querían una cosa, 25 jeans que este comerciante levaba en una improvisada caja de cartón, todos de talla 28 y 30, era evidentemente para personas o de baja estatura o jóvenes de no mas de 19 años, entonces mi mama sintió que el peligro había pasado, sintió que eso era lo que querían esos sujetos, unos jeanes, de esta manera me levante de mi "cambuchito" y mire hacia las ventanas, nunca mire hacia abajo, mire hacia la selva orinoca, y vi aproximadamente unos 20 hombres de botas de caucho con fusiles apuntándonos, parecían sombras guardianes que estos tres jóvenes, todos con la intención de matar, fue entonces que el miedo me sucumbió y decidí tapar la ventana con la cortina que tradicionalmente traen este tipo de buses. Quizá, evitando que estos hechos de guerra me afectaran y tuviese pesadillas con brujos, monstruos de tres cabezas y hombres y mujeres de verde con botas negras y fusiles largos. Gracias a Dios pasamos ese reten, y fue ahí cuando sentí el mas regocijante alivio, sentía que la vida me había dado otra oportunidad.
Lamentablemente esta no es la única historia, hay varias mas, de mi familia y de mis amigos, a quienes invito a pasarme las suyas para poderlas publicar en el blogspot, la que viene es una historia aun mas reciente, ocurrió hace no mas de un año y medio, la única que puede entender la magnitud de esta historia es Maria Alejandra lázaro, una de la personas mas bellas que he conocido y parte de mi muy pequeño grupo de amigos verdaderamente importantes. Resulta que en el 2006 asisitia a un proyecto de jóvenes de la Casa editorial El Tiempo, llamado Código de Acceso, salia de mi colegio a las 2 de la tarde, almorzaba y salia hacia el periódico, pero algo ese día fue inesperado, algo ese día cambio mi percepción de la guerra, hubo algo diferente, algo que el destino tenia preparado para mi, cojia un bus que se dirigía de mi casa hacia la calle 26, pasando por calles como la av.constitución, y el Cafam de Zarzamora, en uno de estos pasos, mi bus tuvo un pequeño rose con un colectivo, un accidente muy simple, solo un rayón, pero como buen conductor de Bogotá, este bajo del bus e hizo escándalo al conductor del colectivo, aquel día estaba castigado y me habían quitado el celular, así que no tenia cómo comunicarme con mi familia, en fin, pensaba que nada ocurriría, sin embargo, y como iba tarde al periódico, me gire (estaba en el ultimo asiento del bus) y vi en la ventana trasera un bus alimentador de trasmilenio, de repente, sin mas ni mas, este explotó, como una bomba de agua, rápido, inesperado y extraño, quede paralizado, viendo como salia la gente por la ventanas, encendida en llamas, como ese humo negro parecía la cortina del mal, la cortina del odio y de la guerra, amigos lectores, ustedes nos e alcanzan a imaginar la proporción de esta calamidad, tenia 15 años ene se entonces, y para mi fue un verdadero trauma ver salir hombre y mujeres encendidos en llamas tirándose al piso y rogando ayuda, mientras de los edificios le tiraban sabanas blancas y agua, de repente, una señora me dijo que tenia que salir del bus, no me había dado cuenta que era casi el ultimo en el bus, la gente pensó que me había afectado de alguna extraña manera, porque no me podía mover de donde estaba, así que salí, y la calle fue peor, vi a aquellos hombres y mujeres ensangrentados, en el piso, gente a su alrededor, algunos ayudándolos, todos con sus ropas calcinadas y algunos con quemaduras tan espantosas que para mi es imposible describirlas, así que me acerque a una cabina de llamadas, todas estaban llenas con gente llorando y derramando sangre, todos, llamando a sus familiares, una prioridad tanto de ellos como mía, sólo quería llamar a mi mama y decirle que la necesitaba, así que una señora me presto su celular, y llame a mi mama, empapado en lagrimas, asustado, conmovido, sintiendo mil fantasmas a mi alrededor, colgué con mi mama quien me prometió venir de inmediato a recogerme en su carro, en ese momento lo único que se me ocurrió fue correr, correr como nunca, corrí y corrí y corrí, hasta que mi cuerpo no dio mas y decidí caminar, encontré un paradero de trasmilenio y solo llore, por 10 minutos o mas, recordando esas espantosas imágenes que aun me recorren la mente, las personas que me veían creían que estaba enfermo y de hecho dos mujeres me preguntaron que qué me había pasado, corrí tanto que llegue a un punto donde nadie sabia nada de lo que había pasado, alguien me toco la espalda y era mi mama, como un ángel inmaculado que llegaba a salvarme del infierno, la abrace como nunca dándole gracias por haber venido a rescatarme mientras que ella solo me pedía perdón por no haberme dado el celular, decidí ir al periódico, y allí estaba Maria Alejandra, ella va poder explicarles mejor como estaba ese día, fue increíble, por eso fui a reportarme, hable con Mariale y simplemente llegue a mi casa a dormir, de camino casa, tuvimos que pasar por el sitio de la explosión, y me di cuenta que el trasmilenio estaba masomenos a un metro y medio del bus en el que yo estaba, de hecho, algunos vidrios del bus se habían visto afectados por la onda explosiva, me di cuenta que tuve la muerte a un metro y medio, cuando llegue a mi casa, me contaron que no había sido la explosión de zarzamora la única que había otra en el sur y otra en otro lugar de la ciudad que hoy no recuerdo, el hecho lo había provocado las FARC en protesta del gobierno.
En mi familia han secuestrado a personas, han matado, mis amigos y primos que han vivido en el llano han tenido que ver esa situación, nacer y vivir con ella, no hay una sola persona que no conozca que por mínimo que sea no se haya visto afectada por los grupos bélicos de Colombia.
Espero que ahora ya tengan motivos los ecuatorianos, nicaragüenses y venezolanos partidarios de su presidente para decir que son una fuerza meramente política, que me hizo sentir las cosas mas horrible que he visto, pero que en mi no fueron ni la mas mínima parte de lo que realmente fue para otras familias colombianas.
PORFAVOR SI TU TIENES UNA HISTORIA QUE CONTAR, UNA HISTORIA DE VIOLENCIA CAUSADA POR ESTOS %$%$/ NO DUDES EN PASARMELA QUE YO CON GUSTO LA PUBLICO dantedanteresco@hotmail.com
porque todos debemos apoyar a Colombia yo digo.....
YO APOYO Y SIEMPRE APOYARE A Colombia, mi patria, mi país, mi mundo, mi ley, mi vida.